viernes, 20 de julio de 2007

Los Aslándticos


El mundo está fatal de los nervios


“Los Aslándticos empezamos como un grupo de amigos que nos juntábamos a las espaldas de la antigua fábrica de cementos Asland para rapear. Era en 2001 y alguien nos escuchó y nos ofreció un concierto. Ganamos 17.000 pesetas, compramos una tarjeta de sonido para el ordenador y nos metimos en la historia. Así empezó todo”, dice Mario Díaz, cantante de esta banda cordobesa. Junto a Mario, en Los Aslándticos están las voces de Bueno Rodríguez y Julito Jiménez, la batería de Luis Villegas, el percusionista Jorge Carmona, el bajista Alejandro Benítez y el guitarrista Alberto Invernón. Su primer álbum, titulado El mundo está fatal de los nervios, llega con la canción De momento como primer single y tema central de la película Por qué se frotan las patitas, dirigida por el sevillano Álvaro Beguines.

“Todo ha venido de aquellos rapeados en Asland”, continúa Mario Díaz. “Grabamos una maqueta, la pusimos en Internet y llegó a mucha gente en muchos países. De repente, nos encontramos metidos en el mundo de la música”. La maqueta también llegó a oídos de Queco (productor de Niña Pastori, Las Ketchup, El Pele, Remedios Amaya, La Susi...), que se sumergió con Los Aslándticos en su estudio de grabación para parir el álbum El mundo está fatal de los nervios. “Reggae, rap, rumba, son cubano, bossa, samba, ritmos caribeños... Así son nuestras canciones”, afirma Mario Díaz, firme defensor de la hermandad entre el reggae y la rumba que marca el disco.

Porque, efectivamente, El mundo está fatal de los nervios es un álbum recorrido por ritmos calientes. El reggae está presente en canciones como Escarbando un túnel, Que calité, Dime ke lo deje, Tiesa y seca o Si me echas), mientras la rumba adopta diferentes formas: rumba-muffin (Soy un traidor), rumba-ska (Se ven venir), rumba-tropical (Berrinche), rumba-rumba (Que trata de Andalucía, Cada vez menos)... Y para diferenciarse, ahí están temas como 100 fulleros. Los Aslándticos tienen muy claro su estilo, su peculiar manera de componer. “Generalmente buscamos una melodía pegadiza, la cantamos a capella, sin instrumentos, y luego los músicos meten la melodía”, continúa Mario Díaz. “Defendemos un acento andaluz, el sonido de la guitarra flamenca... Y letras que hablan de cosas cotidianas, con algo de reivindicativo sin llegar al panfleto barato. Queremos dar una visión optimista pero dejando caer las cosas”. Es la música de Los Aslándticos que, después de mucho tiempo paseándose por todos los escenarios andaluces, amplía su radio de acción con el álbum El mundo está fatal de los nervios. “La gente responde muy bien en Andalucía... y más arriba también”, termina Mario Díaz, que remata con la mejor definición posible de Los Aslándticos: “Es la alegría de vivir”.

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